Baila al sol la joven tarde
y las hojas en el parque
callan al hambre.
Chopos, sauces y encinas
disfrazan a la tarde vespertina,
rodeada de libros con aromas
de versos , de romances a ras del césped
sollozando la tarde estima.
¡Quién invitará a la tarde!
A una merienda para
saciar su hambre...
A unos versos para
conquistarla...
A unos besos para
hacerla suya en una noche
muda que si habla será
por envidia...
No dejes de pasar la tarde por alto
y conquistalá como ella espera.