Zarzas punzantes oprimen mi cuerpo,
mi desnudez suplica abrigo a tanto dolor.
Y exhausto quedo después, de gritar con llanto.
¿Vida, por qué a mi?
Si jamas dejaste que fuera feliz.
Deseo luchar contigo pero me flaquea el ego.
Desearía poder vencerte para infundirte respeto ,
ya que a futuros vas rompiendo mis proyectos
y de ellos no quedan ni sus cenizas...
Llegará el mañana, con el reto y dejaras
de oprimir mi cuerpo para que cicatricen
las heridas que dejaste en mi.
No me cojas por la espalda, traicionera
como siempre, retame de cara para que
pueda mirarte a los ojos y vencerte,
cuando rompa la mañana y me grite ahora o nunca.