La tarde hoy, ni se rompe ni estalla.
Se ha ido a disfrutar el que anda en batalla,
mirando al horizonte, el reflejo de la luz del alma
esa energía que fluye, desde las entrañas
hasta más allá de un Manhattan sin dagas,
de un candil que no se apaga,
de una Tinker Bell sin cuentos de hadas
y otros tantos cuentos para no cuerdos,
nacidos de lírica, de poca prosa y mucha crítica.
Ahora la tarde calla,
se desviste de etiqueta
se quiere enamorar del alba
se perfuma del verso
se pierde entre verbos
se duerme a desvelos.
La noche llega, y no del todo se apaga
la luz del alma, donde se agitan los sueños.
Autor: Manuel Méndez Hdez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿qué te parece este blog de poesía?