A conciencia que escuches
silva el viento un minueto
el brotar de las ramas de la parra,
el galopar sin cesar de sus latidos.
Creará un soneto un ciego
saboreando el jugo
de una verde manzana
fruta del pecado y el morbo
así el soneto ha de sonar
tan original como el pecado
plasmar el rojo en su cara
y poner al ocaso
un osculo en el altar
para cuando caiga la luna
el beso no se le vaya a olvidar,
bajo el avellano plantaré
su nombre y el mio para dar
fruto a su vientre unas flores
que revolucione al viento
con esencias en las fases
de la vida y una vida
para limpiar el polvo
que levanta el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿qué te parece este blog de poesía?