Tacón de aguja que aceleras mi pecho
levanta el pie del amor
quédate descalza ante mis brasas
que yo no quemo.
Soy la hoguera que calienta en invierno
el hielo que baja tu temperatura en verano
y tú aceleras mi pecho, kamikaze
que vas derecha a mi vida.
No atormentes mi calma
ni me partas como un rayo
al árbol que siempre te da
cobijo bajo la luna
moneda de pago tu velocidad
que pone a prueba mis dudas.
Los celos llenan de aceite la calzada
y esquivo con terror las miradas
que pasan con el viento entre
los arbustos mujeres que aportan
su daga, pon en punto muerto
mi marcha y deja de acelerar
mi alma como fiera que ruge
en el tiempo y enmudece
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