He conquistado es su corta medida
los lunares de tu pecho.
He embarcado en una fragata
sin motivación de hacer la guerra
con tu sexo y mira por osar a quererte
que dulce locura, el sabor de café
aun en mis labios y retas morderlos.
Apenas quedan escusas para defenderme,
ahora es cuestión de ser sumiso y no perderte.
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