Una vez más quedé mudo,
la mímica de mi rostro
usó viejas estrategias
para que no entendieras
la totalidad de lo que siento.
Restando el dolor digerido,
multiplicándolo por sonrisas
aromadas por inciensos
que dividen por lo que es
uno mismo.
Dejándolo anulado
Cuando te sumas con tus besos
siempre alteras el resultado.
La X estará por resolverse
en el rincón de tu cama,
o quién sabe si en la mía...
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