El hierro se forja
a golpe de fuego y martillo.
Las mentes que habitan
en cuerpos que guardan
sus pecados en el bolsillo
como moneda de pago,
también las forja la vida
a golpes de errar y descansar
en camas de púas.
¿Quién no ha errado,
y se ha enderezado como el hierro?
Con el fuego intenso que conlleva
cada problema.
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