lunes, 14 de enero de 2013

incosciente:

La urraca me despertó.
Durmiendo bajo naranjos
estaba, y...

Cuando mis manos miro,
resecas y aún arcilladas...

Alzo la vista,
los ojos me lloran,
por su majestuosidad
y ante ella me arrodillo ...

Ante mi, una gran
figura moldeada con
mis iniciales...

Entonces fue
cuando me di
cuenta...

¡Que la obra debía de continuar! 

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