Te sentí, sentí
el polvo del verso
que a la era se acerca
con los bolsillos
vacíos de melancolía
luego sacúdete las letras
que duermen en tus mejillas
y no pidas consejo a terceros
que lleguen tarde a la despedida.
Te sentí, sentí
el adjetivo en los tonos
de la tarde
mientras en la dehesa
se criticaba mi bravura
la guitarra lanzaba
una saeta traicionera
condenando mis labios
a reclamar tu beso
y ser absorbido por tu sexo.
Te sentí, sentí
como la luz se alejaba
dando tregua a la estrategia
de volver a conquistar tu cuerpo
astro que cae al mar
y deja mudo al que observa el verbo
tus andares sobre la arena
morena embrujaste la casta
te sentí, sentí tu cercanía
aun cuando no estabas.
En el adjetivo.
En el verbo.
En el verso.
Traspasando lo imaginario.