Eres la noche, soy luna, tuna,
estrellas que penden en tu oreja
campos en tus ojos de aceitunas
fruto de dos almas desarmadas
que tiznan verbos entre sábanas
esculpiendo palabras con sentios
en el hueco de tu ombligo
en la certeza de una lagrima
que me empuja en tu ausencia
a un hueco de silencio
entre minutos malditos.
Quiero que me lleve la noche
sentir que vivo y muero al mismo tiempo
mientras el aire agita las ramas
mientras las hojas como recuerdos se apartan.
Llévame este noche que mañana...
Mañana regresare de vuelta al alba
para que no fallezca la inquietud
de seguir amándote sin empacho todas las noches
para que ni una sola
se nos repita como una mala indigestión
el secreto sencillamente es triplicar
la tasa de amor en el sexo
sin saltarse las leyes del amor.
Noche incandescente entra en mi cama.