lunes, 27 de julio de 2015

Como Aquiles.

Tengo ganas de versos
tengo tantas ganas 
que escribiría desde
el cansancio de la noche
hasta llegar sentirme Aquiles 
derrotado completamente
pero solo hasta el alba.
Los primeros rayos atacan
mi pequeño ejercito
y ellos levantan murallas
una y otra más, hasta que el gallo
queda afónico de tanto kirikiki, karakaka.

 Nace una sonrisa ,dos y tres,
 el beso efímero y el café,
 la armadura la dejo en casa
para salir a correr, correr y correr
sí mi teniente, sí mi coronel 
que aunque me quitéis las ganas
saco más ganas para poder meter.
Meter y meter, meter otro euro 
a la cartera, otro sueño a la buchaca
hasta que Aquiles muere otra noche más.

Resucitar entre los justos, tan justos que
quién coño así va a llegar a fin de mes 
después de tanto sudor en la batalla,
en la cama, donde fraguan los sueños.
Podemos alzar el puño
pero no hay que confundirse
no es ideología, sí analogía
cuando en España ya hay más
partidos políticos que equipos de fútbol.
Sí a pesar de todo y mucho más
aún nos quedan las ganas,
 las ganas de meter, de meter al gallo.
Al gallo y las ganas con su kirikiki, karakaka
 en el comienzo de otro nuevo día
los quiero mundo meter en el bolsillo
para poder cambiar aquello que no cambié
llenarme de fuerzas
 por si se me van las ganas.

Tenía tantas ganas de versar
el peso de las letras que hasta ellas
cayeron junto Aquiles, solo hasta el alba.



sábado, 4 de julio de 2015

Y si fuese pecado.

No pensaba que el beso inocente
fuese tan culpable, tan certero,
sentir así es algo austero
 tan injusto que por respeto
 apago el fuego de lujuria y deseo
cambiando el rumbo a la mirada
cambiando el rumbo a los gestos
alejándome del peligro pasajero.

Huyo, me encuentras
me aparto, me envenenas
la cobra, cobra vida en cada gesto
 a centímetros de tu boca
por momentos tan cercana,
tan lejana, que me pueden las ganas
y no se trata tan solo de besar
y no se trata tan solo de sentir
y no se trata tan solo de callar.
Cuando el respeto es la base de todo
todo se respeta amando sin treguas
aunque por momentos se pierda la lucha
y ante todo no se rompan las reglas.

Por que el principio de cada uno 
no es poseer por derecho la belleza
si no tener la grandeza de evadir
cada propuesta del diablo que se viste
de hembra para arrebatar lo mucho,
lo poco que en cada ser habita.





Presidio.

Preso, soy preso de las noches
ni una siento libertad
de tan siquiera pensar, 
evadirme entre barrotes
que oprimen, que hielan
que atormentan, que ciegan.
Pensar que miro al fuego
pensar que miro al trueno
pensar que miro y luego muero.
Son costumbres de humanos y no
 de los muertos, vivir con amor
y no vestir a los santos ciegos.
Y es que todo mal que haces
se cobra de poco a poco
 en monedas de robín 
de plata o de oro 
el valor es el mismo
cuando los pájaros revolotean
 la azotea donde se crean los sueños.
Preso, soy preso de las noches
desde que no amas mi nombre
desde que no besas las cartas
y con tus labios dejas el sello.
Todo esta en la mente
la libertad, el amor, las ganas,
las noches, la llave de la cancela,
el reproche y el camino que por miedo
a veces desistimos, por no atajar
a la realidad de lo que andamos viviendo.
Me cuesta morir por las noches
y cuando lo hago Ra
 traspasa con sus rayos la ventana
y vuelve a resucitarme, hacerme fuerte.

Hoy pude fugarme de nuevo
utilice el hueco entre verso y verso
para posarme en tu ventana 
y sentir este amor preso. 


Entre quimeras y pecados ando tu belleza.

Eras transgresora de la noche
tu belleza cúspide de varones
que alucinaban del alardeo
 de tus caderas, pecando con sus ojos
sobre las baldosas de la lujuria.
Fue tan difícil nuestro compromiso
que seria una locura hacerlo eterno,
etéreo y corpóreo, petrificaste los besos
así pesaba el alma al verte bailar con otro.
La decisión fue una sopa de letras
no encontraba ni el sí ni el no 
mejor me marcho de puntillas 
a silencios y a tu libre albedrío.
Yo desde el tiempo que te amo
te observare desde donde te observan
las gárgolas tan alto que quizás 
no alcances a verme
pero si a escucharme
mientras las golondrinas
osan cruzar el mar.