martes, 12 de noviembre de 2013

Sin tripulación...

Tengo el cuello engarrotado
los ojos casi apagados
y el corazón en la boca.

Capitán de mi navío
responsable de mis actos,
fijo el rumbo al horizonte
donde jamás llegan mis manos.

Necesito fondear este barco
soltar el lastre que me angustia
aliviar la carga con tus besos
ver los faros de tus ojos encendidos
y poner un camarote en tierra
para dos, donde las sábanas
sean revueltas con tus bravuras
y la calma un espacio en la noche.

Aspirina para mis resacas, 
para este cuello que no aguanta
ir en solitario y sin tripulación
con los ojos apagados buscando
entre mares tu cuerpo.



 


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