martes, 8 de octubre de 2013

Injustas locuras.

Aún viven encarcelados mis peores
recuerdos, se alzan libres en el aire
como mariposas con una verdadera sonrisa en cualquier estación del año
en cualquier anden, sin horarios, 
sin itinerarios, pernotando el porqué no dura tanto mi sonrisa.

Horror, temor ¿que podemos llegar hacer, que nos pasa mundo?

Mentes que llevan su amor
a la muerte con sus manos
tiznando de rojo esquelas,
Vistiendo de negro al pueblo
con el mismo sonido de campanas
que en las urbes también suenan a dolor.

Padres e hijos, matrimonios curtidos, amantes todos enemigos,
maldita locura la de la muerte
maldito el dedo en el gatillo
maldito cobarde el que porta el arma
maldito el cuerdo enloquecido
maldito el hierro que no se forja.

Encarcelados están mis peores recuerdos, vivo preso de angustia si no sonrío, vivo preso de angustia 
cuando leo el diario de la mañana,
el café por amargo que sea me sabe agua.

Tan humilde soy de corazón y palabra que no es el ego el que vive en mi, si no orgullo de la talla que estos pantalones desgastados con el gris de los años no grito con la voz si no en palabras y es ahí cuando sale mi rabia, lo peor de mi casta.
¡Que coño pasa!
¡No más tragedias!
¿En que nos estamos convirtiendo?

Acabaré muriendo con la mente
serena y una vejez autista para no morir con más pesambre de las que llevo amoratadas en los hombros.

Es indignante el suceso en Galicia 
INDIGNADO ESTOY.



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