martes, 27 de noviembre de 2012

EL TAHÚR:


Paradas las agujas del reloj quedaron 
cuando la madrugada silenciosamente 
asaltaba tu cama, irresistible el perfume
que desprende tu cuerpo ardió...

El tahúr vive en mí, sombra perfecta
donde escondo un viejo trío de ases
bajo las mangas, para empezar a subir
las apuestas cuando me beses con tu
mirada, antes de que se altere la aún
dormijosa mañana...

¿ Perderás lo apostado o seré el derrotado?

Maña e inteligencia, a las dos las convencí
para que esta madrugada con su temple
y un buen vino, saboree el poso del secreto.
Donde guardas las tímidas letras que no
se pueden leer, será que me ciegas,

 dímelo alto para que no quede enmudecido.

Benditas las manos que detuvieron
las agujas del reloj en esta madrugada
donde la nieve que posaba en la ventana
fue derritiéndose hasta llegar a nuestros píes.

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